mercoledì, marzo 15, 2006

Cambio de Hora

He vuelto luego de un pequeño viaje de naturaleza laboral. Crei haber estado preparado para el cambio a horario de invierno. Algo con lo que suelo tener problemas, el anochecerse mas temprano y el anuncio de que se vienen los frios, las lluvias y para el caso de mi ciudad, la contaminacion. Pero la verdad es que no estaba preparado. Nunca lo estoy. Trato de verle el lado positivo.
Por ejemplo la ingenua creencia de que la verdadera elegancia y estilo está en la lana, la cachemira y en la ropa de invierno en general. La oportunidad de volver medianamente al malditismo ligero de las chaquetas de cuero y la ropa oscura. Pero nada de eso me convence. Lo pienso y pienso y a la unica conclusion mas o menos decente de que hay que darle la bienvenida al otoño y al invierno es que habra menos culpa por perderme la vida fuera de nuestro depto, y que podre entregarme mas relajado a tirarme a ver television. Porque parece que es verdad que estamos comenzando a vivir una especie de nueva edad dorada de la television. Cada dia estan dando mas series bien escritas, bien filmadas. Cada vez se me hace mas atractivo el estante de series que el de pelis en el video club. Me imagino llegando con frio a la casa, comer algo deliciosamente calorico y luego irse al sobre con apuro a colocar alguno de esos programas que quiero que me seduzcan como solian hacerme algunas novelas policiales años atras.
Me imagino viendo esa buena serie de misterio mientras comienza a llover con viento alla afuera.
Me imagino esas novelas de bolsillo al lado esperandome para cuando la serie falla.
Todo bien hasta ahi, excepto que en esta imagen falta esto querido Julian. El Blog, que sospecho va a estar muy frio y lejano de mi camucha para poder mantener.
Pero hay que ser fuerte. Hay un deber moral ya no solo contigo proyecto de hijo y heredero. Hay cazadores de imagenes de ritos satanicos que llegaran aqui por casualidad y no puedo/ni quiero decepcionarlos.
Y acerca de television y pelis y libros de bolsillo, ya hablaremos en otra ocasion.